Me gustaría empezar nuestra aventura con el Oráculo de Lenormand. Una baraja de imágenes bellas y transparentes que iremos analizando junto a los arcanos del Tarot.
Pero antes un poco de Historia y una breve descripción de la baraja...
Marie Anne Lenormand nació en Alençon (Francia) el 16 de septiembre de
1768 (1772 según otras fuentes, y por lo visto, según ella misma...) y
fue la “gran profetisa” de la alta sociedad de París durante los años
de la Revolución Francesa el posterior imperio de Napoleón Bonaparte...
y después; llegando a ser conocida como la “Sybille des Salons” (o
“Sibila de los Salones”). Ella creó la que hoy conocemos como El
Oráculo Lenormand.
El Oráculo de Lenormand es una baraja compuesta por 36 cartas numeradas del 1 al 36. Algunas de estas cartas estan también asociadas a cartas de poker (Rey de treboles, etc). Cuando las cartas de poker contenidas en el Oráculo de Lenormand son figuras, pueden añadir el significado extra de personas. Lo iremos viendo poco a poco.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que cada lámina representa una imagen que no un símbolo como es el caso de las cartas del Tarot. Los símbolos contienen significados en sí mismos, es decir hacen alusión a significados que son diferentes de su representación gráfica. Por ejemplo: la Emperatriz en el Tarot simboliza la fertilidad, la expansión y el crecimiento. Por tanto estamos ante una mancia principalmente adivinatoria y no esotérica. Es decir, que nos ayuda a clarificar tendencias sobre los acontecimientos externos de nuestras vidas pero no nos aporta conocimiento respecto a nuestro ser interior.
El Oráculo de Lenormand es una baraja compuesta por 36 cartas numeradas del 1 al 36. Algunas de estas cartas estan también asociadas a cartas de poker (Rey de treboles, etc). Cuando las cartas de poker contenidas en el Oráculo de Lenormand son figuras, pueden añadir el significado extra de personas. Lo iremos viendo poco a poco.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que cada lámina representa una imagen que no un símbolo como es el caso de las cartas del Tarot. Los símbolos contienen significados en sí mismos, es decir hacen alusión a significados que son diferentes de su representación gráfica. Por ejemplo: la Emperatriz en el Tarot simboliza la fertilidad, la expansión y el crecimiento. Por tanto estamos ante una mancia principalmente adivinatoria y no esotérica. Es decir, que nos ayuda a clarificar tendencias sobre los acontecimientos externos de nuestras vidas pero no nos aporta conocimiento respecto a nuestro ser interior.
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